En los últimos días el mundo ha dirigido su mirada hacia Ucrania como consecuencia de los bombardeos rusos en puntos clave del territorio ucraniano, desde Curiosea Historia vamos a tratar de ofrecer al lector las claves para entender el conflicto ruso-ucraniano.
Orígenes históricos del conflicto:
Antes de entrar de lleno en la actualidad del conflicto ruso-ucraniano, resulta imprescindible acudir a la historia para comprender mejor lo que sucede en el presente. En este sentido conviene exponer los hechos históricos que han ido moldeando las complejas relaciones internacionales entre Ucrania y Rusia, dos naciones que han compartido a lo largo de sus respectivas historias una serie de lazos históricos y culturales.
En primer lugar, debemos remontarnos al siglo IX en el momento de la fundación del primer principado eslavo o también conocido como la Rus de Kiev (figura 1), el cual es interpretado de distinta forma en función de la óptica desde la que se mire.

Desde la óptica rusa, la historiografía tradicional rusa define este primer estado eslavo en Europa oriental como un Estado ruso. Esta opinión tiene gran fuerza y ha influenciado en la mayoría de los historiadores rusos que afirman el carácter ruso de ese estado. Para el país soviético, la Rus de Kiev es la cuna de la madre patria y les resulta difícil de asumir que la cuna de su nación se encuentre en un territorio que no les pertenece.
En noviembre del año 2016, Putin inauguró en el centro de Moscú una estatua de 17 metros de altura del príncipe Vladimiro I (conquistador y unificador de la Rus de Kiev), definido por el patriarca Kiril como el padre del pueblo ruso y símbolo de la unidad de todos los pueblos de la Rusia histórica (figura 2).

Resulta importante señalar que historiadores alemanes como Carsten Goehke y Manfred Hellmann comparten la opinión rusa, mientras que otros historiadores sostienen que en los tiempos del Rus de Kiev las tribus eslavas todavía no se han escindido y por esta razón no tiene sentido hablar de rusos, bielorrusos o ucranianos.
Como era de esperar la visión que se tiene en Ucrania es diametralmente opuesta, los ucranianos niegan el carácter ruso de este primer principado afirmando que la Rus de Kiev y su cultura nacieron del pueblo ucraniano, un país que en su momento estuvo habitado por un pueblo con una idiosincrasia diferente a la del pueblo ruso.Como hemos visto, mientras que unos ven en Ucrania el origen de su nación otros consideran que el desarrollo histórico de Ucrania fue obra exclusivamente del pueblo ucraniano.
Dejamos atrás la longeva Edad Media y avanzamos hacia la Edad Moderna para trasladarnos a la firma del Tratado de Peresjalav. Este tratado ponía fin a la rebelión de Jmelnitski y fue firmado en el año 1654 entre el zar Alejo I de Rusia y los cosacos de Zaporozhia (región ubicada en el centro-sur de la actual Ucrania), quienes habían protagonizada la rebelión en alianza con los tártaros de Crimea y el campesinado local ucraniano. Al igual que sucedía con la Rus de Kiev, las interpretaciones varían en función de los ojos con los que se mire el tratado.
Para Rusia el Tratado de Peresjalav constituye uno de los grandes momentos de la historia rusa, es más, para los rusos representa un acuerdo de la unión entre Rusia y Ucrania. De hecho, el presidente por entonces de la URSS que también había sido gobernador de la República Socialista Soviética de Ucrania desde 1938, Nikita Jrushchov, en 1954 como conmemoración por el tercer centenario del tratado cedió la península de Crimea a Ucrania como símbolo de la eterna amistad ruso-ucraniana. Por aquel entonces la cesión no era algo tan descabellado como nos puede parecer ahora, pues simplemente era un presente que el presidente Jrushchov hacía hacia uno de los territorios que formaban parte de la URSS que él lideraba. Claro que lo que no sabía es que décadas más tarde su amada Unión Soviética iba a desintegrarse y que Ucrania con su independencia se llevaría la Península de Crimea.
Desde el punto de vista ucraniano, el Tratado de Peresjalav es un documento que pone de manifiesto el carácter asociativo del mismo sin que el propio documento establezca una cláusula de unión o de anexión de ambos pueblos, el ruso y el ucraniano.
En el año 1781, Ucrania quedaría incorporada al Imperio ruso y no volvería a ser independiente hasta el 18 de octubre de 1918. Independencia efímera pues dos años más tarde, en 1921, se incorporaría a la URSS bajo el nombre de República Socialista Soviética de Ucrania.
Durante el dominio soviético Ucrania sufriría una dura represión por parte de los rusos, podemos citar como parte de los agravios a los que fue sometida Ucrania: la represión de los intelectuales ucranianos y de la cultura del país, la colectivización, la destrucción del medio ambiente y el asolador Holodomor, nombre con el que se designa a las hambrunas que devastaron el territorio ucraniano entre los años 1932-1933 y que se cobraron la vida de millones de personas (figura 3).
Existe debate entre los historiadores que piensan que las hambrunas fueron planificadas por Stalin a fin de eliminar un movimiento independentista ucraniano y los que piensan que fueron consecuencia del proceso de industrialización soviético.

Como se mencionaba anteriormente, la cultura y los intelectuales fueron duramente reprimidos, se calcula que bajo el mandato de Stalin murieron hasta un 80% de los escritores y artistas ucranianos, además se atacó la lengua ucraniana, la universidad se rusificó al completo e incluso los trabajos sobre literatura ucraniana tenían que ser presentados en ruso.
La represión llegó hasta el plano arquitectónico, Stalin puso punto final a aquellos edificios que a ojos del régimen soviético resultaban demasiado nacionalistas e incluso se aprobó un plan de reformas para el casco histórico de Kiev que eliminase todo recuerdo de cualquier orden político pasado. Se destruyeron numerosos edificios entre los que cabe destacar la iglesia de San Basilia, una de las iglesias bizantinas erigidas en la Kiev medieval en el año 1183. El plan de urbanización nunca llegó a completarse y es por ello por lo que hoy en día se aprecian, en la ciudad de Kiev y en otras ciudades ucranianas, solares vacíos que una vez albergaron tesoros arquitectónicos y donde finalmente no se construyó nada.
Con respecto al medio ambiente, la URSS hizo de Ucrania la república nuclear por antonomasia. La República Socialista Soviética de Ucrania que representaba el 3% del territorio de la Unión Soviética albergó la mayoría de las centrales nucleares, del total de la energía nuclear producida en la URSS en torno a un 40% era producida en suelo ucraniano. La destrucción masiva del medio ambiento comenzó a manifestarse a través del trágico accidente de Chernóbil que contaminó gravemente para el resto de los siglos miles de kilómetros de suelo ucraniano y cuya radiación perjudicó a la población.
Tras un periodo histórico inalterable, Ucrania alcanzó su independencia el 24 de agosto de 1991 como consecuencia de la aprobación del Acta de Declaración de Independencia de Ucrania, en virtud de la cual Ucrania se establecía como estado independiente y democrático (figura 4). Tras su independencia se firman una serie de acuerdos con Rusia que son relevantes de cara a la comprensión del conflicto actual y que a posteriori serán infringidos.

En primer lugar, destacamos el Memorando sobre garantías de seguridad en relación con la adhesión de Ucrania al Tratado de no proliferación de las armas nucleares. Nos referimos al Memorando de Budapest de 1994, en virtud de este Ucrania cedió 5.000 bombas nucleares, 220 vehículos de largo alcance, 176 misiles bálticos intercontinentales y 44 aviones bombarderos con capacidad nuclear. Por medio de estas concesiones, Ucrania se aseguraba unas garantías de seguridad frente a posibles amenazas contra su integridad territorial y soberanía política. Este memorando fue suscrito por la Federación Rusa, por lo que aceptaba la integridad territorial de ucrania y la inviolabilidad de su soberanía (figura 5).

El segundo acuerdo relevante es el de amistad, cooperación, y asociación de 1997 por el cual tanto Rusia como Ucrania reforzaban los vínculos existentes entre ambos países y se comprometían a respetar la integridad territorial de ambos estados y a respetar las inviolables fronteras de cada uno.
Finalmente, resulta de vital importancia el Acuerdo de Partición de la Flota del Mar Negro del año 1997 por el que se establecieron las condiciones de la presencia rusa en la flota del Mar Negro, consiguiendo Rusia un 81% de la partición frente al 19% de Ucrania. El Tratado también permitió a Rusia mantener hasta 25.000 tropas, 24 sistemas de artillería, 132 vehículos blindados y 22 aviones militares en la Península de Crimea.
Causas del conflicto:
Ucrania es un país con un gran potencial, lo cual suscita intereses económicos y geoestratégicos. Su potencial se debe a varias razones:
En primer lugar, está ubicado geográficamente en una posición geoestratégica privilegiada a caballo entre la Unión Europea y Rusia. Unido a ello, su territorio está compuesto por una red de gaseoductos por los que circula la mitad del gas que Rusia vende a Europa (figura 6). Además, es un país que en virtud de la gran fertilidad de sus tierras negras (chernozem) se ha convertido en uno de los principales graneros del mundo y si todavía esto no es suficiente, el ejército ruso depende en parte de su producción aeronáutica y militar para si equipamiento.

Para Rusia no solo se trata de una tierra llena de riquezas, sino que también entran en juego otros factores de carácter político-cultural (como los comentados en el apartado de orígenes históricos del conflicto) y geoestratégicos no solo por su ubicación privilegiada sino también porque Ucrania garantiza a Rusia un perímetro de seguridad que no quiere perder.
Hay que entender que Putin no quiere la entrada de ucrania en la OTAN, dicho de otro modo, quiere poner freno a la expansión de la OTAN. Rusia entiende que necesita una serie de estados tapón entre sus fronteras y las de la OTAN por motivos de seguridad nacional. Algo que en la actualidad no sucede, pues recordemos que desde los 90 se ha sumado 14 nuevos miembros a la OTAN siendo muchos de ellos antiguas repúblicas soviéticas, lo cual pone límites a la influencia de Rusia sobre una zona en la que antaño era hegemónica. Es preciso comprender que Rusia intenta recuperar la hegemonía del espacio postsoviético por medio de la creación de organizaciones de carácter político y económico como la Unión Euroasiática y Putin es consciente que tal empresa es complicada sin contar con una de las principales economías de la antigua URSS como es Ucrania.
En segundo lugar, Ucrania es un país diverso tanto a nivel étnico como lingüístico como resultado de su propia historia. Las zonas del país con una mayor mezcla étnica serían Zakarpatia donde tras los ucranianos, son los húngaros el segundo grupo étinico mayoritario. La óblast (región) de Chernivtsi cuenta con elevado número de moldavos, rumanos y rusos, la óblast de Odessa cuenta con una amalgama étnica compuesta por ucranianos, rusos, moldavos, azerís, tártaros, bielorrusos y húngaros. La zona de Crimea sobresale por el predominio de población rusa, seguida de ucranianos y tártaros. La zona este del país también cuenta con un gran porcentaje de población rusa.
Todos estos datos son muestra del enorme mosaico étnico que es Ucrania y lo que todavía es más importante de cara a entender el conflicto ruso-ucraniano, la gran concentración de rusos en el este y especialmente en el sur del país, lo cual explicaría la tendencia antieuropea y prorusa de la población de estas zonas y, por ende, sus deseos separatistas.
En tercer lugar, debemos hacer referencia a la inestabilidad política que ha afectado a Ucrania desde su independencia de la Unión Soviética. La década de los 90 del siglo pasado estuvo caracterizada por una profunda recesión económica en la que confluyeron una hiperinflación, un fuerte descenso de la productividad, un alto nivel de privatización estatal y un acaparamiento oligárquico de los recursos. Todo ello generó una época de descontrol e inestabilidad y un caldo de cultivo propicio para el surgimiento de una mentalidad de corrupción y engaño.
Uno de los puntos más álgidos de esta inestabilidad política que sobrepasó la década de los 90, fue la Revolución Naranja de 2004. Esta se dio tras conocer el fraude electoral que se produjo en las elecciones de ese año que dieron como ganador a Víktor Yanukovich. La población organizó manifestaciones, piquetes y huelgas en las que pedían explicaciones por lo sucedido, funcionarios del gobierno pertenecientes al cuerpo diplomático o a los servicios de seguridad se sumaron ala propuestas. Cabe aclarar que se llamó Revolución Naranja porque es te era el color electoral del opositor Viktor Yushchenko y la gente se manifestó con todo tipo de banderas, cintas y ropa de ese color.
Finalmente se consiguió realizar una segunda vuelta electoral que dio como ganador a Viktor Yushchenko que formó un gobierno que optó por el desarrollo de una política nacionalista de enfrentamiento con Rusia y de acercamiento a la UE y a la OTAN. No obstante, este gobierno pronto empezó a tener divisiones internas y fue acusado de nuevos escándalos de corrupción. El gobierno de Yushchenko no supo cumplir con las esperanzas que la ciudadanía había depositado en él, lo que podría explicar que en las elecciones de 2010 resultase elegido, esta vez de forma limpia, Viktor Yanokovich.
Desarrollo de la estrategia rusa:
Desde los inicios, los rusos consideraban que una cosa era la disolución del Pacto de Varsovia e incluso la separación de las repúblicas no eslavas de la URSS y otra la ruptura con Ucrania y Bielorrusia, territorios vinculados con Rusia por varios siglos de historia, cultura y tradiciones. Además, el Kremlin pensaba firmemente que estas repúblicas no tenían capacidad para sostenerse por sí solas.
Con Ucrania existía una interdependencia energética, financiera e industrial, especial mención merece la industria militar pues Ucrania contaba con casi un tercio de lo que había pertenecido a la URSS. También había una interdependencia en cuanto al modelo económico, reforzada por los intereses de los que se beneficiaban de esta relación en Ucrania. Además de ello, Rusia interfería en relaciones comerciales irregulares y parcialmente criminalizadas que se desarrollaban a la sombra de las estructuras oligárquicas. Todo ello contribuyó a que la influencia de Moscú no solo fuese significativa, sino que era sistemática actuando como un factor estructural en los asuntos internos de Ucrania.
Durante los primeros años del mandato de Boris Yeltsin (presidente de la Federación rusa entre 1991 y 1992), se pensaba que la integración en Occidente y la CEI (Comunidad de Estados independientes) eran asuntos complementarios y que la interdependencia posibilitaría la independencia de Ucrania. Esta visión desapareció pronto ya que con la llegada al puesto de ministro de exteriores de Primakov en el año 1996 volvería la desconfianza de Rusia hacia Occidente.
A partir de entonces, y todavía mas con la llegada de Putin, en el Kremlin se tenía la idea de que Rusia debía dejar atrás su debilidad para alzarse de nuevo como una potencia mundial y promover un nuevo orden mundial en el que Rusia fuese un igual y no un subordinado de Estados Unidos. Además, Putin pensaba que el entendimiento con los estadounidenses era factible debido a que sucesos como el 11-S y la lucha común contra el terrorismo debían facilitar dicha tarea.
Pese a que soberanía de los nuevos países que se habían independizado de la URSS parecía algo irreversible, los líderes rusos tenían la idea de que los puntos clave de la soberanía debían ser delegados a Rusia. A partir de este momento, Rusia ha subestimado constantemente la importancia del sentimiento nacional ucraniano reforzado por la seducción que ejerce Occidente y el rechazo al pasado soviético.
Putin por medio de la presión económica consiguió concesiones políticas de Ucrania siendo el gas y el petróleo rusos los principales instrumentos de coacción. Además, el nuevo concepto de política exterior de junio del año 200 ponía de manifiesto la necesidad la creación de lo que catalogaron como un cinturón de amistad en el perímetro de la frontera rusa. En el año 2003, Ucrania, Bielorrusia y Kazajistán se adhirieron a la Unión Económica Euroasiática, una iniciativa en torno a la que Putin pretendía orquestar su deseada integración regional. Sin embargo, el Kremlin no contaba con el desencadenamiento de la Revolución Naranja (2004-2005) y el triunfo electoral de Yushchenko.
Esto se tradujo en que las aspiraciones ucranianas de entrar en la OTAN y la UE tomaron un aura de realismo. Desde Rusia se interpretó la revolución como una estrategia encubierta de Occidente para desestabilizar a la Federación Rusa, el propio Putin catalogó el acercamiento de las relaciones entre la Alianza Atlántica, Ucrania y Georgia como una amenaza.
La relación con los Estados Unidos se tronó tensa, Putin no consiguió su objetivo que era que las potencias occidentales firmasen un acuerdo para frenar la expansión de la OTAN. La integración de las repúblicas bálticas en la Alianza Atlántica en 2004 era el último avance hacia el este que Putin estaba dispuesto a admitir. En 2007 en la Conferencia de Munich, el presidente ruso expresó su descontento hacia el orden internacional liderado por los norteamericanos y señaló el proceso de expansión de la OTAN como un plan cuya intención era rodear a Rusia.
Un año más tarde, en la cumbre de Bucarest, se tomaron en consideración las peticiones de Ucrania y Georgia para ingresar en la OTAN, pero dicha decisión fue aplazada. Por aquel entonces, se tenía la idea de que Rusia no tenía la capacidad para impedirlo y que tendría que conformarse con la decisión que tomasen las naciones soberanas. Pero Rusia no estaba dispuesta a aceptarlo y para ello respondió con la breve campaña militar en Georgia en agosto de 2008 que tuvo una tímida respuesta por parte de Occidente y que en cuestión de poco tiempo se recuperaron las relaciones entre ambas partes. El kremlin pensó que su estrategia estaba dando resultado y comenzó, a la espera de lo que podría suceder en un futuro, una profunda reforma militar de sus fuerzas armadas que se habían mostrado obsoletas.
Por otro lado, la crisis del gas de los años 2006 y 2008-2009 afectó gravemente a la economía ucraniana. Esto sumado a una mala gestión de la crisis por parte de la clase política y a los efectos perjudiciales del colapso de la economía, dieron como resultado para Ucrania la pérdida del 15% de su PIB en 2009. Unido a ello, un año más tarde la victoria política en Ucrania de Yanukócivh favoreció a los propósitos del Kremlin.
El Acuerdo de Asociación UE-Ucrania que se había elaborado en 2012 se convirtió en el nuevo casus belli pues si Kiev se abría a la Unión Europea, las relaciones comerciales ruso-ucranianas quedarían muy limitadas y la Unión Económica Euroasiática se debilitaría. Moscú no tenía intención de aceptar este aproximamiento de ucrania a Occidente y aumentó la presión sobre su país vecino.
El presidente ucraniano de tendencia prorrusa suspendió el acuerdo de asociación y el de libre comercio con la UE, pero de nuevo no contaron con la sociedad ucraniana que en noviembre de 2013 descontenta con la actuación de su presidente desencadenó la revolución de Euromaidán que terminaría por derrocar el gobierno de Yanokóvich. El movimiento conocido como Euromaidán estuvo protagonizado por miles de ucranianos que realizaron protestas de índole europeísta y nacionalista exigiendo que se retomase el dialogo con la UE. Hubieron mas de 100 muertos y provocaron la caída del gobierno, el presidente Yanukóvich tuvo que exiliarse en febrero de 2014.
Esto supuso un duro golpe para los intereses de los rusos que veían sus intereses gravemente amenazados por las posibles pérdidas de su base naval en Sebastopol y el ingreso de Ucrania en la OTAN. La respuesta del Kremlin fue el despliegue de fuerzas militares en Crimea y la organización de un referéndum de adhesión en Rusia, todo ello cogió por sorpresa a occidente.
Después de esto, Moscú empezó a maniobrar en Ucrania Occidental para tomar el control de los territorios más prorusos. En abril de 2014 estalló un conflicto armado en Donbás cuyas victimas mortales superan la cifra de 14.000. Además, la anexión de Crimea por parte de Rusia el 18 de marzo de 2014 desencadenó una serie de movimientos que han hecho de la guerra en Ucrania un conflicto internacional.
Tal fue la presión de Rusia en la región del Donbás que el 11 de mayo de 2014 se declararon independientes las repúblicas de Donetsk y Lugansk que no cuentan con reconocimiento internacional. Podríamos señalar en cualquier caso como un intento de avance diplomático en 2014 tras el desencadenamiento del conflicto en el este de Ucrania, el llamado protocolo de Misnk alcanzado ente Rusia y Ucrania para poner fin al conflicto entre separatistas prorusos y combatientes ucranianos que estalló en el este de Ucrania, no obstante, estos acuerdos de Minsk quedaron en saco roto cunado Putin reconoció como estados independientes a las regiones de los rebeldes.
Decisión que fue duramente criticada por Úrsula von der Leyen, presidente de la Comisión Europea, quien catalogaba la decisión de Putin como una flagrante violación del derecho internacional, la integridad territorial de Ucrania y los acuerdos de Minsk.
En los meses posteriores, estando en la presidencia de Ucrania Poroshenko, se paralizó la cooperación militar-industrial, los bancos rusos fueron sancionados, el comerció se redujo bastante y las importaciones de gas se redujeron casi a la nada. Desde entonces no se ha producido ningún avance diplomático y los esfuerzos de Rusia se centraron en impedir que Ucrania terminase por ingresar en la OTAN o en la UE.
En los últimos días hemos recibido la noticia de la guerra entre Ucrania y Rusia es ya una completa realidad. En la madrugada del 24 de febrero de 2022, Putin lanzó un mensaje anunciando el inicio de un ataque masivo de sus fuerzas armadas en Ucrania. Tanques rusos han penetrado en territorio ucraniano a través de Bielorrusia y Crimea. Kiev se ha despertado bajo el sonido de las sirenas antiaéreas. El presidente ucraniano Volodomir Zelenski ha declarado la ley marcial en todo el territorio y ha asegurado que Ucrania se defenderá. Putin quiere acabar con la imagen de perdedor que Rusia tenía tras la aguerra fría. Con la invasión de ucrania, el Kremlin trata de demostrar que es una potencia mundial a la que hay que tener en cuenta para la toma de decisiones y que además es capaz de competir con gigantes como Estados Unidos y China.
La respuesta de la OTAN:
La OTAN ha desplegado sus fuerzas por tierra, mar y aire en una misión de defensa colectiva ante la invasión rusa de Ucrania. El secretario general Jens stoltenberg ha señalado que el objetivo es evitar el desbordamiento de la guerra en territorio de la Alianza y ha vuelto a pedir a Rusia que cese los ataques.
La fuerza de respuesta de la OTAN fue creada en 2002, se trata de una fuerza de carácter multifuncional y tecnológicamente avanzada integrada por activos procedentes de las fuerzas terrestres, marítimas y aéreas y por miembros de fuerzas de operaciones especiales. La Alianza ha reforzado el flanco oriental con más tropas, barcos y aviones de guerra para misiones que aseguran son defensivas y preventivas. La Unión militar carece de efectivos en Ucrania ni tampoco alberga planes para desplegarlos puesto que Ucrania no pertenece a la Alianza como consecuencia de las presiones rusas que han impedido constantemente su adhesión.
Los 30 miembros de la organización del Tratado del Atlántico Norte se reunieron hace poco en una cumbre de emergencia después de que ocho de ellos hayan pedido ayuda ante el temor que la ofensiva rusa traspase sus fronteras. Específicamente, han sido los gobiernos de Rumanía, Estonia, Letonia, Lituania, Eslovaquia, Bulgaria, República Checa y Polonia que han invocado el artículo 4 del Tratado de Washintong, en virtud del cual si un miembro resulta atacado este ataque será considerado como un ataque a toda la alianza pudiendo esta contratacar.
El secretario general, Jens Stoltenberg, advirtió al kremlin que cualquier ataque a los países aliados de la Europa del este sería visto como un ataque a todos.
Según el secretario general de la OTAN, las fuerzas ucranianas tienen capacidad para infringir daño a las tropas rusas cuyo objetivo declarado es derrocar al gobierno de Kiev. Pero los objetivos del Kremlin no se limitan a Ucrania, sino que también Putin ha exigido la retirada de las fuerzas de la OTAN de todos los países que se han unido desde 1997 (figura 7).

La OTAN también ha expresado su deseo de seguir prestando apoyo a Ucrania para que esta pueda seguir defendiéndose y anima a otros países a hacer los mismo. Los países miembros de la OTAN han calificado las actuaciones de Putin como un error estratégico terrible por el que Rusia pagará un alto precio durante años tanto a nivel económico como político. El secretario general, ha añadido que también se le rendirán cuentas a Bielorrusia por su complicidad con Rusia en la guerra.
Los países aliados están tratando de materializar esas consecuencias por medio de sanciones que llegan desde los Estados Unidos y la Unión Europea. Las sanciones persiguen como objetivos principales la degradación de la economía rusa y acabar con las posibilidades de crecimiento del país por medio de cerrarles el paso al acceso de las nuevas tecnologías del siglo XXI y por tanto dañar gravemente la competitividad de la economía e industria rusa.
Las restricciones a las exportaciones decididas por los aliados persiguen causar un daño a la economía rusa de 50.000 millones de dólares, además han diseñado medidas para amplificar su alcance que se traducen en dar facilidades a los países que se sumen a ese boicot. Por último, cabe destacar que como el conflicto sigue abierto, la UE y sus aliados se reservan nuevas sanciones que irán en función de las decisiones que tome el Kremlin.
Bibliografía:
José Pardo de Santayana. ¿Por qué a Rusia le interesa tanto Ucrania? Instituto Español de Estudios Estratégicos. 2021.
Lucía Byllk Paraschnuck. Orígenes del conflicto ucraniano. Revista Aequitas (12), 2018.
Enlaces web:
https://www.rtve.es/noticias/20220225/otan-despliega-fuerza-respuesta-ucrania/2297141.shtml
https://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-60481414
https://es.wikipedia.org/wiki/Rus_de_Kiev
https://historia.nationalgeographic.com.es/a/holodomor-gran-hambruna-ucrania_15338
https://es.wikipedia.org/wiki/Declaración_de_Independencia_de_Ucrania
https://uk.wikipedia.org/wiki/Файл:Будапештський_меморандум.jpg
https://www.bbc.com/mundo/noticias/2014/05/140505_ucrania_rusia_europa_gas_mz
https://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-60141569
Ivan Nebleza Bernabéu
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