El Tratado de Tordesillas

El Tratado de Tordesillas fue un documento jurídico de gran importancia, en él la Monarquía Hispánica y Portugal se repartieron el mundo en dos áreas de influencia.

Contexto Histórico – Antecedentes:

El documento jurídico que precede al Tratado de Tordesillas fue el Tratado de Alcaçovas firmado en 1479 entre las coronas de Castilla y Portugal, fue ratificado un año más tarde en Toledo y Évora.

Por medio de la firma de este tratado se ponía punto final a la guerra por la sucesión al trono castellano (1475-1479) que se había desencadenado tras la muerte de Enrique IV entre el bando isabelino partidario de Isabel La Católica y los partidarios de Juana La Beltraneja.  Además, el tratado estipulaba la repartición de los derechos de navegación y conquista del Océano Atlántico. En virtud de lo acordado, el reino de Castilla y las Islas canarias quedaban bajo el control de los Reyes Católicos. Mientras que los territorios de Madeira, Porto Santo, las Azores y las Islas de Cabo Verde, así como los derechos de conquista del reino de Fez y de navegación al sur del paralelo de las Canarias, corresponderían a la corona portuguesa. El tratado fue confirmado en 1481 por el Papa Sixto IV a través de la Bula Aeternis Regis.

A medida que pasa el tiempo la paz que se había conseguido en Alcaçovas comienza a tambalearse. Los problemas se agudizaron con la llegada forzosa de Colón a Lisboa el 4 de marzo de 1493 tras su primer viaje en el que había descubierto el Nuevo Mundo

Allí se entrevistó con Juan II de Portugal quien le dijo que las nuevas tierras le pertenecían en virtud del cumplimiento del Tratado de Alcaçovas (1479). De esta forma se reavivaba el conflicto entre ambas potencias. Por un lado, los portugueses exigen que el paralelo de las Canarias establezca el límite a las conquistas de ambas coronas. Por otro lado, los Reyes Católicos rechazan las exigencias de Portugal y pretenden que Juan II se quede con el continente africano y deje a los castellanos las tierras descubiertas en el nuevo mundo. Al mismo tiempo que ambas coronas negociaban estas premisas a través del intercambio de embajadores, los Reyes Católicos enviaron emisarios a Roma con la finalidad de obtener del papa español Alejandro VI la emisión de bulas que legitimaran su poder soberano sobre las tierras y mares descubiertos en América

La curia romana emitió las pertinentes bulas que fueron llegando a la corte castellana entre los meses de junio y septiembre de 1493. Hasta un total de cinco fueron las bulas concedidas a CastillaInter caetera y Eximiae devotionis, fechadas el 3 de mayo; Inter caetera con fecha del 4 de mayo; Piis fidelium, fechada el 25 de junio y Dudum siquidem cuya fecha data del 26 de septiembre.

Los portugueses no aceptaron las bulas papales e interpretaron arbitrariamente el Tratado de Alcaçovas. Los portugueses sostenían que se debía fijar un paralelo en las Canarias que delimitase el margen de actuación de ambas coronas, de tal modo que Castilla podría actuar al norte de dicho paralelo y Portugal lo haría al sur. 

Castilla no aceptaría esta propuesta alegando que en el Tratado de Alcaçovas lo que se atribuyó a Portugal fue solamente la zona que iba desde el paralelo de canarias hacia Guinea (hacia el sur) considerándose por tanto todo lo demás incluido el oeste como tierra de nadie. La negación de Castilla a aceptar las exigencias portuguesas causó un tremendo enfado en el monarca portugués Juan II que además veía como Castilla no iba a frenar sus pretensiones en América pues estaba organizando el segundo viaje de Colón hacia las Indias Occidentales con fines descubridores y colonizadores. El inicio del segundo viaje de Colón provocó la paralización por parte de los portugueses de las negociaciones entre ambas coronas, no obstante, los embajadores de ambas coronas con un fin conciliador consiguieron que se convocase en la villa de Tordesillas una conferencia fecha para el mes de marzo de 1494

El Tratado de Tordesillas:

Con la finalidad de resolver sus diferencias amistosamente por medio de dicha conferencia, ambas coronas enviaron una amplia representación a Tordesillas. En representación de Castilla acudieron: Enrique Enríquez que era mayordomo mayor de la corte y tío por línea materna del rey Fernando; Gutierre de Cárdenas cuya función era la de contador mayor del reino y comendador de León, y Rodrigo Maldonado de Talavera que fue un distinguido consejero de la corte y que había formado parte de la Junta de Salamanca que evaluó el proyecto descubridor de Colón. También trabajaron en calidad de colaboradores de la delegación castellana los comendadores Pedro de León,Fernando Gamarro y Fernando TorresFernando Álvarez de Toledo (secretario de los Reyes Católicos) ejerció el papel de escribano de la cámara.

Como representantes de la delegación portuguesa estuvieron: Rui de Sousa (señor de Sagres y Beringel) que estaba al mando de los negociadores portugueses y de la segunda flota que los portugueses habían dispuesto para zarpar rumbo a Occidente como consecuencia de los descubrimientos castellanos; su hijo, Pedro de Sousa quien ostentaba el cargo de almotacén mayor del reino (persona encargada de contrastar las pesas y medidas); Aires de Almada que era corregidor de los hechos civiles. Los tres formaban parte del Consejo Real portugués. En calidad de expertos embajadores portugueses asistieron: Joäo Soares de Sequeira y Rui de Leme que era hijo de Antonio de Leme de quien se afirmaba había indicado a Colón de la existencia de islas en el AtlánticoDuarte Pacheco Pereira que era un experto marítimo y sabio cosmógrafo. Esteväo Vaz (secretario del rey portugués) actuó como escribano de la cámara y asumió la responsabilidad de subscribir el documento. 

Las negociaciones de Tordesillas tomaron como base los derechos alegados por ambas coronas. Castilla justificaba sus derechos para la navegación en el Atlántico y el control de los territorios descubiertos con los siguientes argumentos. En primer lugar, porque habían sido los primeros en explorar el oceáno atlántico y porque habían descubiertoexplorado y ocupado unas tierras e islas en posesión de los infieles. En segundo lugar, porque contaban con el respaldo de las bulas papales emitidas por Alejandro VI. Las bulas Inter caetera de dominio y demarcación (3 y 4 de mayo de 1493) otorgaban a Castilla el control de las tierras y mares ubicados a 100 leguas al oeste del meridiano de las islas Azores y Cabo Verde. La bula Dudum siquidem (25 de septiembre de 1494) permitía a los navíos de Castilla que en el transcurso de sus travesías hacia Occidente pudiesen descubrir islas y tierra firme en la propia India.

Para los portugueses sus derechos en áfrica y en el Atlántico Sur procedían del descubrimientoocupación exploración de las tierras de la Mina de Oro y Guinea, desde los cabos Bojador y Nam. También hicieron referencia a las bulas que les otorgaban el dominio de dichas tierras: Rex Regum (1436), Rex Regum (1443) y Romanus Pontifex (1455), esta última situaba en la India la meta de los portugueses. Finalmente indicaron que el Tratado de Alcaçovas (1479) no solo daba a Portugal el dominio, sino también la navegación y el comercio de la costa africana desde las Canarias hacia abajo y contra Guinea.

Los Reyes Católicos se trasladaron a Tordesillas para seguir las negociaciones in situ, donde permanecieron desde el 8 de mayo hasta el 7 de junio que es cuando se firmará el tratado. Juan II de Portugal siguió las negociaciones desde la distancia informado permanentemente por correo. Según el cronista Resende, el espionaje portugués desempeñó una labor exquisita informando al monarca previamente de las proposiciones que le iban a realizar los castellanos.

Para Castilla el asunto estaba claro, para los castellanos la división debía tomar como fundamento el meridianomarcado por Alejandro VI de polo a polo y la bula Inter caetera, y no basarse en el paralelo de Canarias propuesto por los portugueses de este a oeste ya que en el Tratado de Alcaçovas únicamente se hacía referencia a las posesiones portuguesas de la costa africana y a sus derechos descubridores hasta las Indias orientales. 

No obstante, los Reyes Católicos afrontaron estas negociaciones con la intención de llegar a un acuerdo amistoso con Portugal a fin de conservar una buena relación con el país vecino con el que era mejor tener la paz que la guerra dada los problemas que aquejaban a los Reyes Católicos a la altura de 1494.

Por un lado, las posesiones de ultramar podían correr peligro en caso de iniciarse una contienda bélica con Portugal. Por otro lado, aislada en Portugal se encontraba Juana La Beltraneja (anterior candidata al trono castellano) y en caso de iniciarse las hostilidades con Portugal podría derivar en otra guerra civil

La Corona de Aragón también atravesaba una difícil situación, las hostilidades con Francia seguían en pie a pesar del Tratado de Barcelona (1493) y la devolución del Rosellón y la Cerdaña. EL monarca francés Carlos VIII quería destronar a los Trastámaras de Nápoles, Fernando acabaría derrotando a los franceses hasta en dos ocasiones. A todo ello debemos sumarle los problemas que los turcos ocasionaban en el Mediterráneo por medio de ataques a las costas de los aragoneses y a sus vías marítimas. 

Ante la situación complicada en la que se encontraba la España de los Reyes Católicos, estos actuando con gran realismo político aceptaron correr la línea de demarcación 370 leguas al oeste de las islas de Cabo Verde (figura 1). Este meridiano, que recibió el nombre de Tordesillas coincidía casi exactamente con el punto intermedio entre la isla Española y Cabo Verde.

Figura 1: Mapa en el que se muestra la línea de demarcación propuesta por las bulas alejandrinas y la que finalmente se acordó a petición portuguesa, obtenida de: https://es.wikipedia.org/wiki/Tratado_de_Tordesillas#/media/Archivo:España_y_Portugal.png

El 7 de junio de 1494 los comisionados castellanos y portugueses firmaron el Tratado de Tordesillas (figura 2). Este tratado fue ratificado por los Reyes Católicos en el Tratado de Arévalo (2 de julio de 1494) y por el rey de Portugal Juan II en Setúbal el 5 de septiembre.

Tratado de Tordesillas
Figura 2: Imagen en la que se aprecian los palacios donde se desarrollaron las negociaciones y la firma del tratado, obtenida de: https://es.wikipedia.org/wiki/Tratado_de_Tordesillas#/media/Archivo:España_y_Portugal.png

Los puntos más destacados del Tratado fueron los siguientes: se estipulaba el desvío de la línea divisoria a 370 leguas hacia el oeste de las islas de Cabo Verde y en función de ella delimitaron los márgenes de actuación de cada corona. Los navíos castellanos quedaron autorizados a surcar el Atlántico al este del meridiano los límites para llegar a la zona de control castellana ubicada al oeste de dicho meridiano. En tercer lugar, se fijaba un plazo de 10 meses para la fijación del meridiano Tordesillas, para lo cual debía constituirse una comisión científica de prestigio. De esta forma el Tratado de Tordesillas estableció un reparto de las zonas de navegación y conquista del océano Atlántico y del Nuevo Mundo (América) a través de una línea divisoria ubicada a 370 leguas al oeste de las islas de Cabo Verde (figura 3).

Figura 3: El Planisferio de Cantino (1502) es la representación gráfica conocida más antigua donde aparece la línea de demarcación fijada en Tordesillas, obtenida de: https://es.wikipedia.org/wiki/Tratado_de_Tordesillas#/media/Archivo:España_y_Portugal.png

En la práctica el tratado garantizaba a la corona portuguesa la no interferencia de la monarquía Hispánica en su ruta del cabo de Buena Esperanza, mientras que los portugueses no lo harían en las Antillas. Ese mismo día se firmó en Tordesillas otro tratado que delimitaba de las pesquerías del mar entre el cabo Bojador y el Río de Oro, y que fijaba los límites del Reino de Fez en el norte de África.

Ramón Menéndez Pidal calificó el Tratado de Tordesillas como el primer tratado moderno de la historia europea debido a que por primera vez los diplomáticos que desarrollaban las negociaciones contaban con peritos que los asesoraban técnicamente.

En 2007 España y Portugal inscribieron el Tratado de Tordesillas en la UNESCO como patrimonio documentalrecomendado para su inclusión en el Registro de la Memoria del Mundo del Programa Memoria del Mundo. 

Bibliografía:

Eufemio Lorenzo. Francisco Gallego. Gloria tejedor. El Tratado de Tordesillas, Anaya (1995).

Luis Rojas Donat. Derecho Internacional Público a fines del siglo XV. Los Tratados de Alcaçovas y Tordesillas. Revista de derecho y ciencias penales: Ciencias Sociales y Políticas (3), 2001. Recuperado de internet (https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=6466685).

Thomas Duve. El Tratado de Tordesillas: ¿Una Revolución Espacial? Cosmografía, Prácticas Jurídicas y la Historia del derecho internacional público. Revista de Historia del derecho (54), 2017. Recuperado de internet (https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=6296386).

Enlaces web utilizados:

https://es.wikipedia.org/wiki/Tratado_de_Tordesillas#/media/Archivo:España_y_Portugal.png

http://www.tordesillas.net/descubre-tordesillas/historia/el-tratado-de-tordesillas

Ivan Nebleza Bernabéu

3 respuestas a «El Tratado de Tordesillas»

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