El estoicismo, una filosofía de vida necesaria para los tiempos en los que estamos. Si quieres aprender sobre el tema y poder aplicar algunos ejercicios para tu día a día, te invito a quedarte.
¿Qué es el estoicismo?, se preguntarán algunas lectoras o lectores que acaben leyendo este escrito. Sí ya conoces bien esta filosofía, más motivo aún para pasar este rato juntos. El enfoque sobre el estoicismo que, pretendo aplicar en este breve análisis personal, es mi punto de vista sobre cómo podemos beneficiarnos de dicha filosofía para resolver los problemas de nuestro día a día.
El estoicismo es una escuela filosófica que se remonta a una antigüedad de aproximadamente 2.000 años. Fue fundada por Zenón de Citio en Atenas a comienzos del siglo III a.C. y se caracterizó, a grandes rasgos, por el desarrollo de una ética personal entendida a través de la lógica y de su perspectiva con respecto a la naturaleza.
En concordancia con lo anterior, se podría decir que, estamos ante una doctrina capaz de entregar una serie de herramientas al individuo. Herramientas que le permiten dominar y controlar los hechos; y por lo tanto, resolver aquellos acontecimientos y pasiones que perturban nuestras vidas. El estoico debe afrontar la vida con valentía, resiliencia y raciocinio; aunque en ocasiones, esto pueda convertirse en un verdadero reto.
Por otro lado, me resulta interesante incorporar a mi análisis otro concepto fundamental, como es la eudaimonía. Resulta ser aquello que se comprende como felicidad o bienaventuranza, pasando por aceptar que las cosas son como son y no como nos gustaría que fuesen. Considero que entendiendo esto, ahora sí, podría hacer con vosotros un ejercicio de estoicismo. No solo hablar de algunas pautas, que bajo mi juicio, considero fundamentales; sino también, trasladaros un mensaje que os haga pensar y os sirva para aplicarlo en vuestra vida.
Hay un prejuicio asentado en la sociedad, y que no es otro, que asumir que una persona estoica tiende a ser fría, insensible y egoísta. Como todo estereotipo, tiene su parte de verdad y su parte de mentira. Los estoicos clasifican las emociones en positivas (alegría, amor, justicia) y negativas (miedo, rabia, odio), y el objetivo final de los mismos, pasa por transformar las negativas en positivas. La parte de verdad del prejuicio, por tanto, recae en que ciertas actitudes pueden conducirnos a la arrogancia, soberbia y prepotencia.
No hay que caer en una potenciación del ego excesiva, ni tampoco adoptar una personalidad narcisista. El “individualismo” y el cuidado de uno mismo surgen en un contexto de crisis de valores, donde es necesaria una recuperación de la libertad moral de acción y decisión; es decir, buscar la ausencia de preocupaciones hacia la felicidad. Esto se hace más necesario en momentos de la historia donde hay un contexto internacional agitado (la muerte de Alejandro Magno y la división de sus reinos, el tránsito de la época tardorrepublicana romana a la altoimperial, o como por ejemplo sucede hoy en día con nuestro contexto geopolítico global).
No obstante, la parte de mentira es, precisamente, no comprender que la particular forma de vida estoica se resume en “vivir conforme a la naturaleza”; pero, ¿cuál es nuestra naturaleza? Pues la respuesta más clara, corta y concisa que se puede dar: es que somos seres sociales con una capacidad de organización y cooperación sin igual, y que además, podemos razonar sobre las cosas que nos rodean. En el momento en el que un individuo trata de aplicar la razón para mejorar la sociedad en la que vive, está cumpliendo la idea guía de los estoicos y su particular forma de ver el mundo. Resulta entonces muy contradictorio etiquetar a un verdadero estoico, como a alguien insensible, frío o poco empático, ¿verdad?
La filosofía estoica es aquella que contribuye a conocer y entregar la mejor versión de uno mismo, y en esencia, aquella que ayuda a mejorar la vida en comunidad. Poner las cosas en perspectiva y darnos cuenta de que la mayoría de problemas que tenemos son circunstancias a resolver, en vez de problemas, es un ejercicio muy sano y que nos ayuda a comprender los verdaderos dramas que tiene la vida. Esa ética de la virtud, bien conocida en el mundo clásico y helenístico, es esa búsqueda de esa versión superior de nosotros. Asimismo, bajo mi juicio, creo que el verdadero poder de una filosofía de vida estoica, al igual que una budista, reside en poder aplicarla en nuestros pensamientos y acontecimientos diarios.
Si aún no has desistido de la lectura y has llegado hasta aquí, lector o lectora, ¿qué te parece si vemos unos cuantos ejemplos prácticos de cómo aplicar esta filosofía? O dicho de otra forma, ¿cómo el estoicismo puede ayudarnos de manera real a lidiar con nuestras inquietudes mentales?
En primer lugar, hay una frase célebre de Séneca, filósofo y escritor romano, así como uno de los máximos representante del estoicismo, que dice así:
“Aférrate con uñas y dientes a la siguiente regla: no ceder ante la adversidad, nunca confiar en la prosperidad, y tener siempre en cuenta que la Fortuna se comportará como a ella le plazca”
-Séneca.
Parece una frase célebre muy cruda, pero en realidad, te está ayudando a comprender dos conceptos claves del estoicismo e incluso de la vida en sí misma. Tener una actitud combativa y constante que te lleve a tu mejor versión, y entender que, muchas cosas se escapan de nuestro control y debemos estar preparadas o preparados para afrontarlas.
Además, normalmente, las personas solemos pasar por la vida sin ser lo suficientemente agradecidas, a veces, hasta yo me incluyo. Parece absurdo tener que agradecer cosas tan obvias como la luz, el acceso a internet, tener un transporte; o más esenciales aún, como tener un techo, gente que nos quiere de verdad o alimento. Sin embargo, pararse por un segundo a pensar en estas cosas y agradecerlas, ya nos abre mucho los ojos y nos pone en perspectiva para afrontar lo que queda de día. Hay que ser realistas con las cosas que podemos controlar (pensamientos o acciones), y no dejar que los primeros nos limiten y nos autosaboteen. Cuéntate las cosas como te pasan, no eres más o menos especial y tus problemas no son únicos, porque la mayoría de las veces te enfrentas ante circunstancias puntuales a resolver y no a dramas. Tu actitud lo es todo.
En segundo lugar, un comportamiento muy estoico podría ser parar. Hay que parar para conectar de nuevo con el mundo, salir de esa rutina o modo de vida tan cargante y que a veces pesa demasiado. Además, detenerse es una buena forma de darse cuenta de que nuestra importancia es muy relativa, sobre todo, en relación a la cantidad de circunstancias que nos rodean y solemos pasar por alto.
Ejercicios como subir a un punto alto (montaña, edificio, castillo), pasear por la playa, por un bosque o tumbarse en el césped entre otros. Son solo algunos ejemplos de experiencias que nos reconfortan; pero, ¿por qué?, ¿qué tienen estas actividades de especial? Pues la realidad es que no solo transmiten paz y serenidad, sino que nos conectan con la realidad del mundo, más allá de la importancia que nosotros damos a nuestra existencia. Algo tan típico como hacer ejercicio y pensarlo, eso es estoico, nos ayuda a sacar una mejor versión de nosotros mismos para conocer nuestro cuerpo y nuestras limitaciones.
Massimo Pigliucci, en una maravillosa entrevista que podéis encontrar en youtube, plantea un ejercicio muy curioso y relevante de estoicismo. Este ejercicio consiste en pasear por un cementerio. Puede parecer algo triste y desolador, es cierto, pero al estar lleno de silencio nos transmite mucha calma y nos conecta con la vida. Es una muy buena manera de poner en perspectiva lo efímero de nuestra existencia y recordarnos que tenemos un tiempo limitado.En mi opinión, puedes salir de allí con un buen chute de motivación para hacer cosas en tu vida.
Por otra parte, el mismo filósofo y escritor italiano lanza una muy buena reflexión acerca de cómo el estoicismo se está volviendo a poner de moda en la actualidad. Vivimos en una sociedad de consumo rápido e inmediato, donde además, el caos y los cambios drásticos son muy comunes (pandemia, guerra, uso tóxico de las redes, precios desorbitados de gasolina, luz, alimentos, etc.). Es en este tipo de contextos de agitación social, en los que se recuerda la importancia de estas filosofías de vida como la estoica. Vemos que tenemos muchas cosas que escapan de nuestro control, y por lo tanto, se vuelve esencial poder controlarnos a nosotros mismos.
Anteriormente, puse el ejemplo del mundo antiguo, que es cuando surgió esta filosofía de vida. Desde la muerte de Alejandro Magno hasta el imperialismo romano, se originó un punto de inflexión interesante, hubieron muchas guerras y cambios importantes que potenciaron dicha filosofía. En el presente, si nos detenemos por un momento a valorar la situación actual, tenemos unos líderes políticos que toman decisiones que debemos acatar, el cambio climáticoavanza a pasos agigantados y la amenaza de una guerra nuclear (que parecía un disparate solo el pensarlo) está muy presente en el imaginario colectivo.
Por ende, ¿qué alternativa tenemos, si no es centrarnos en intentar adoptar la mejor actitud posible y entrenar al máximo nuestra capacidad de resiliencia? O dicho de otra forma, ¿Por qué no estar preparados para el sufrimiento que pueda llegar y centrarnos solo en aquello que como individuos podamos mejorar? Al final, si un ser humano está bien es mucho más probable que haga el bien para los demás.
Otro ejercicio muy práctico es el siguiente, ¿qué puedo controlar y que no? Una vez interioricemos lo segundo y lo aceptemos, centrémonos en lo primero. Esto ayuda a entender mejor las cosas y el mundo en el que vivimos. Si un ser humano cada día que se va a la cama se hace las siguientes preguntas: ¿qué hice bien hoy en aquello que realmente me hace feliz?, ¿qué hice mal hoy? y ¿qué puedo hacer que esté en mi mano para mejorar la situación de las otras preguntas? No solo habrá reflexionado sobre su día a día, sino que habrá hecho un pequeño avance hacia su mejor versión. Repetirse esto todos los días puede llegar a ser verdaderamente terapéutico, y desde luego, puede convertirnos en personas más felices y buenas.
Una vez reflexionado sobre esto, y para ir acabando, me gustaría compartir con vosotras y con vosotros algunas frases célebres de filósofos estoicos que no dejarán indiferente a nadie.
“Hace falta muy poco para tener una vida feliz; está todo dentro de ti, en tu forma de pensar”.
-Marco Aurelio.
Considero que el emperador y filósofo romano nos dejó una frase muy memorable. En apenas veinte palabras, diecinueve para ser exactos, nos resume el valor de la actitud y el sentido más sano que podemos darle a nuestra vida. Si a esto le sumas el ser agradecidos, buenas personas con el resto y generarnos ilusiones basadas en una meta a largo plazo, con pequeñas metas u objetivos a corto plazo que nos encaucen hacia esa meta final, estaremos más cerca de tener una vida plena y satisfactoria. Una vida a la cual no le pueden faltar sus pequeñas dosis de libertad para hacer las cosas que nos gustan. Esto va en relación a otra frase de Epicteto, otro filósofo estoico muy destacado, que dice así:
“No son las cosas que nos pasan las que nos hacen sufrir, sino lo que nosotros nos decimos sobre esas cosas”
-Epicteto.
Si has llegado hasta aquí, lector o lectora, te invito a que hagas un ejercicio. Piensa en la última vez que te rayaste por algo y en cómo te contaste esa rayada. Intenta contártela ahora desde una perspectiva realista y de aprendizaje. No solo te vas a dar cuenta de que tu problema es común en miles y miles de personas, sino que además, te has comido la cabeza en exceso sin centrarte en lo que puedas aprender de dicha experiencia. En resumen, pensarlo y sacar vuestras propias conclusiones, porque como dice Séneca; y con esto concluyo:
“A menudo tenemos más miedo que dolor; y sufrimos más en la imaginación que en la realidad”.
-Séneca
Referencias bibliográficas en las que se inspira mi reflexión
-Berraondo, J. (1992). El estoicismo. Editorial Montesinos.
-Gagin, F. (2003). ¿Una ética en tiempos de crisis?: ensayos sobre estoicismo. Universidad del Valle.
–García Gual, C; Bach Pellicer, R. (2005). Meditaciones de Marco Aurelio. Editorial Gredos.
Webgrafía
Os recomiendo encarecidamente la visualización de la entrevista,
Saludos
Pablo García
Muy buena reflexión que viene justo en el momento adecuado.
Vivimos en una sociedad donde el consumo y la hipervisibilidad en los medios nos ha convertido en personas egoístas, narcisistas y tremendamente ignorantes e insensibles. No sabemos distinguir entre lo trascendental y lo banal, y continuamente rechazamos aquellas cosas que nos dan gratificación a largo plazo tan solo por la ansiedad de no tener dicha gratificación al instante y la pereza que da esforzarse, haciéndonos olvidar todas esas pequeñas cosas que tenemos al rededor en nuestro día a día por las que tendríamos que estar agradecidos.
De nuevo, muy buen post!
Lo primero, muchas gracias por el comentario, ya que nos ayuda a crecer y nos alegra ver que te hayas podido parar a reflexionar después de la lectura.
Por otra parte, no puedo estar más de acuerdo contigo, el hecho de pensar o reflexionar es un lastre para mucha gente hoy día, más aún, cuando te das cuenta de que la estupidez humana parece estar ganando la partida. La inmediatez puede ser adictiva, algunas cosas deben serlo, pero lo cierto es que al final la vida, o lo que recordamos de ella, son esos momentos en los que hacemos un descanso para centrarnos en nosotros y en lo que nos gusta.
Un abrazo enorme de todo el equipo y te esperamos en nuestro próximo post💜
Muchas gracias por el articulo, es muy interesante y trata un tema que debemos de tener muy en cuenta hoy en día. Al final la vida esta repleta de sucesos que nos repercuten pero sobre los que no tenemos poder y debemos de aprender a dejar de preocuparnos y a ocuparnos de las cosas que si que podemos cambiar. Para los que quieran investigar mas sobre el estoicismo os animo a que busquéis la biografía de Zenón de Citio, el fundador, que pasó por unas circunstancias personales extremas que lo llevaron a crear la escuela filosófica, si os interesa igual hasta podríais dedicarle un artículo o un post de Instagram en el futuro.
Un saludo
Muchas gracias a ti por dejar el comentario. Veo que has hecho una buena lectura del mismo y has retenido la idea clave.
Apuntamos la biografía de Zenón de Citio, efectivamente, tal y como dices es muy curiosa y una muy buena idea para trabajar en un futuro. Te iremos informando y te esperamos en próximos artículos.
Un saludo
Qué interesante y que buena reflexión. Es una filosofía muy bonita pero costosa de aplicar en el día a día, porque habría que proponérselo de forma real.
Felicidades por la reflexión.
Gracias por el comentario. Es interesante lo que comentas; sin embargo, con esfuerzo y ganas todo se puede. Esto último ha quedado muy estoico precisamente, pero desde luego, es una filosofía que te recompensa mucho a la hora de aplicarla.
Un abrazo y te esperamos en el siguiente post.
Llevaba tiempo sin leer un artículo tan interesante, ojalá y publiques más.
Muchas gracias, nos alegra que te guste.
Saludos 🙂
Muy interesante esta reflexión. Me ha gustado especialmente ver esta curiosa filosofía adaptada a la vida actual y no centrándose en los tiempos en los que se fundó, como es típico leer.
Coincido en que en ocasiones, más de las que nos gustaría, vivimos situaciones en las que debamos pensar con raciocinio y atenernos a la realidad de lo que está pasando, en lugar de tener pensamientos intrusivos que al final no hacen otra cosa que nublarnos las decisiones que deberíamos tomar; esto, en la gran mayoría de ocasiones, se trata de una quimera, ya que cuando nos encontramos ante una situación límite, pocas veces pensamos fríamente, que sería lo adecuado.
Es cierto que ir a pasear a la playa, a la montaña o simplemente de noche bajo las estrellas, son ejercicios muy terapéuticos, sobre todo para como bien explicasteis en el artículo: conectar con la realidad del mundo. Yo añadiré que gracias a conectar con la realidad del mundo, desconectamos de nuestra propia realidad, lo cual nos es satisfactorio en una época como esta en la que las redes, el encarecimiento de bienes de primera necesidad y la guerra que se está desatando, nos están poniendo en un punto límite.
En resumen, que me gustó y me hizo pensar. Gracias por compartir esto con nosotros, un saludo y espero el próximo. 🖤
Como se nota que has hecho una lectura profunda del contenido, nuestro objetivo era doble: fomentar la reflexión en el lector y acercar el estoicismo a la realidad. Al ver tu comentario, se puede ver a la perfección que así ha sido.
Muchas gracias por tu reflexión, la cual compartimos. Te esperamos en próximos.
Saludos del equipo 🤗
Muy interesante y totalmente acertado. Enhorabuena 👏🏻