En muchos países y culturas se realizan tradiciones para cerrar un año y comenzar el siguiente con ánimos renovados. Por ejemplo, los italianos comen lentejas y los daneses rompen platos. En España tenemos la costumbre de arrancar el año comiendo 12 uvas al ritmo de 12 campanadas. Según la tradición, cada uva representa un deseo para cada uno de los meses del próximo año.

Existen diferentes explicaciones para esta tradición. Una de las teorías remonta los orígenes de esta tradición al año 1909. Ese año la cosecha de uva fue abundante en Alicante y los productores pusieron en marcha una estrategia de marketing para aumentar las ventas que consistía en venderlas como uvas de la suerte en paquetes de 12, simbolizando los doce meses del año y la buena suerte. Actualmente hay gente para la que las uvas son sinónimo de abundancia y que cada vez que se come una hay que pedir un deseo.
Sin embargo, en la prensa de finales del siglo XIX encontramos alusiones a esta tradición, por lo que es probable que el excedente de uvas de 1909 fuera un incentivo a una tradición que ya estaba tomando forma. Esto nos conduce a la teoría que sostiene que todo comenzó en 1882 cuando la clase burguesa bebía champán y comía uvas durante la cena de Nochevieja. Un grupo de madrileños, burlándose de esta costumbre aristocrática y a modo de protesta por las restricciones del ayuntamiento que prohibían la celebración de festejos callejeros en la noche de reyes, aprovechando que estaba permitido juntarse en nochevieja en la puerta del sol, se reunieron en esta icónica plaza para celebrar el año nuevo comiendo uvas al ritmo que marcaban las campanadas.

Si revisamos la hemeroteca, el 2 de enero de 1894, encontramos en diarios como El siglo Futuro o El correo Militar se hace alusión a esta costumbre. A través de diarios como La opinión de Tenerife tenemos constancia de que las uvas se comían en Tenerife ya desde 1903 y que con el paso del tiempo se acabaría extendiendo al resto de España. De hecho, la prensa a principios del siglo XX se quejaba de que esta tradición que supuestamente había sido importada por los aristócratas de Francia y Alemania hubiese arraigado firmemente en la sociedad cuando en un principio las clases populares se reían de ella.


Todo esto de las teorías está muy bien, ¿pero por que comemos uvas?, la uva es un fruto vinculado tradicionalmente a la buena suerte y al buen rollo o a la espiritualidad, por lo que comer 12 uvas en nochevieja era símbolo de buena suerte para el nuevo año. Y no hay que olvidar que se trataba de una fruta barata asequible para todos los bolsillos y de la que frecuentemente había excedente en los cultivos.

En España la gente se reúne principalmente para comer las uvas en sus casas con la familia después de la cena de Nochevieja o bien en las principales plazas del país, siendo la Puerta del Sol en Madrid el lugar más famoso para hacerlo y donde comenzó esta popular tradición.
A partir de la década de 1920, las campanadas comienzan a retransmitirse por la radio desde la Puerta del Sol. Cada vez las reuniones de madrileños en la plaza de la capital son más masivas y habrá que esperar hasta el año 1962 para que los españoles pudieran seguir las campanadas por televisión. Sigue leyendo hasta el final del artículo para descubrir una curiosidad que no sabías sobre la retransmisión de las campanadas por televisión.
En el paso del año de 1983 a 1984, fue la primera vez en que, una hora más tarde de la emisión desde la Puerta del Sol, Televisión Española retransmitió en directo para todo el país la entrada al año nuevo en Canarias, el cual se produce una hora más tarde que en la Península y Baleares. Por aquel entonces se emitió desde Santa Cruz de Tenerife y desde entonces la localización va rotando cada año entre las distintas islas del archipiélago canario.
Ni la pandemia de la mal llamada gripe española del año 1918, ni el huracán y la lluvia torrencial de 1930 impidieron la celebración de esta tradición.

Ni si quiera una guerra pudo impedir la celebración de la Nochevieja en 1936, muchos madrileños acudieron a la Puerta del Sol a tomar las uvas, pero esta vez no iba a ser igual que otras. Además de que el reloj estaba deteriorado debido al estallido de una bomba durante el otoño anterior, las tropas del bando sublevado ubicadas en la Casa de Campo (en las afueras de Madrid) lanzaron doce proyectiles sobre la Puerta del Sol cuando sonaban las campanadas.

La tradición de comer uvas se ha internacionalizado, en países como México o Perú se combina con otras cábalas de buena suerte como el uso de la ropa interior amarilla, y es que la costumbre de llevar ropa interior roja o amarilla se piensa que tiene su origen en China y Vietnam.
La Puerta del sol en Madrid es el lugar más emblemático de España para la celebración del año nuevo, otros lugares destacados para esta celebración son el famoso año nuevo en Sídney donde un espectáculo increíble de fuegos artificiales da la bienvenida al año nuevo.

También destacamos el finde año de rio de janeiro donde una multitud de brasileños acuden a la famosa playa de copa Cabana para bailar y disfrutar del espectáculo de fuegos artificiales.

Sin embargo, si lo que deseas es dar una bienvenida al año nuevo de una forma totalmente distinta os recomendamos viajar a Tokio y recibir el nuevo año a la japonesa. Y es que, en Japón, en los templos budistas se realiza el ritual del toque de la campana.
Al caer la medianoche un monje toca la campana 108 veces, un gesto que simboliza el número de defectos que tenemos los humanos, de esta forma los participantes en el ritual quedan purificados.

No te creas que me he olvidado de ti, a continuación, te cuento la curiosidad que te había prometido: ¿Sabías que? el año 1973 fue el único en el que las campanadas no se retransmitieron desde la puerta del sol sino desde la plaza Sant Jaume de Barcelona.
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